Lo malo es que el arte no se democratiza, se democratizan algunas de las herramientas que usan algunos artistas. Y la siguiente analogía se aplica muy bien para los que son artistas vs. los wannabes: a mi dame un cincel y un martillo y hago un hoyo en la pared, dáselo a Miguel Ángel y hace el David. Son las mismas herramientas, la diferencia está en la sensibilidad, la dedicación y el artesanado. La cosa con los wannabes es que se la pasan haciendo agujeros en la pared y sienten que están a la altura de Miguel Ángel, sólo porque su cincel es de la misma marca y/o más grande.
Por muchas Macs que le pongan y se compren sus cámaras carísimas y la mamada, los wannabes se la pasan haciendo hoyos en la pared. El arte no se democratiza, el arte sigue siendo parte de una élite, la élite que le chinga y tiene una homogeneidad semiótica y una cohesión sintactica impecable. El artista está más allá de lo “locochón”. ¡uff! MUCHO MÁS ALLÁ.
— via Merodeador Nocturno en Congal Postapocalíptico
¡MUY CIERTO!
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